Solo pueden acceder al parque 4.000 personas, que representan un 30% de su aforo, todos ellos con mascarilla. La restauración está al 60%, para adaptarse al menor volumen de demanda provocada por la reducción del aforo, potenciando los espacios para comer al aire libre.

El Parque de atracciones madrileño abrió sus instalaciones el pasado 27 de marzo. Para reabrir, el parque se ha adaptado a la reducción de aforo, evitando así las aglomeraciones. Además, incrementó los controles y las medidas de higiene y limpieza, con gel desinfectante disponible en todo el parque.
La mascarilla también es obligatoria.

Para garantizar las medidas de seguridad que requiere la situación sanitaria se ha limitado el aforo del recinto, se han puesto puntos de gel hidroalcohólico, se ha intensificado la desinfección, adaptado la oferta de restauración al formato 'take away' y puesto señalización con recomendaciones sobre las medidas higiénicas.

Durante la estancia en el recinto es obligatorio el uso de mascarilla, el mantenimiento de la distancia social y el uso de gel hidroalcohólico.